miércoles, 9 de mayo de 2012

Opinión personal de Carlos Puyol.

No cabe duda de que la ciencia en todos los ámbitos imaginables ha sufrido un desarrollo exponencial en las últimas décadas.

Cosas que hace medio siglo parecían hechos de ciencia ficción son ahora nuestro día a día.



La ingeniería genética es un campo en el que se ha invertido y se siguen invirtiendo cantidades notorias de dinero debido a su inmensa importancia.

Desde la curación de enfermedades con nuestras propias células madre hasta el transplante de genes de unos individuos a otros para sanar cualquier tipo de alteración en nuestro organismo la ingeniería genética se está convirtiendo en uno de los sectores más útiles y palpables en la sociedad.





Se ha criticado mucho la ética de este tipo de técnicas, sobre todo las de fecundación por un método no natural. En mi humilde opinión pienso que es una manera que la ciencia tiene de hacer felices a muchas familias que no pueden concebir por métodos naturales. También, el hecho de que muchas enfermedades, antes vinculadas a una muerte tardía o temprana, se solucionan con estos avances me parece un hecho increíble.



Aún así, queda mucho por estudiar y descubrir. No conocemos los límites de la ciencia y no sabemos hasta que punto nuestros genes serán controlados con infinidad de fines estupendos para nuestra vida.


Carlos Puyol.

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